Historia a partir de la palabra "profunda"
- Hola, Iván. Ya te aviso que me he despertado intensa - dice, con acento andaluz, entrando al aula y sentándose en su mesa después de dejar sus cosas
- No lo creeré hasta escuchar la frase del día
- ¿Qué es eso de la frase del día, Bea? - Dice la profesora entrando a clase. Todas las mañanas habla un poco con algún alumno antes de empezar la clase, para darles diez minutos de espabilarse y relajarse. Dice que es partidaria de ese tiempo libre, como le gusta llamarlo. Tiene 20 años, acaba de empezar y es la favorita de todos
- Hola, Raquel. Nada, es lo primero que se me pasa por la cabeza al despertarme. Sin contar que me muero de sueño, claro - Los tres ríen y la profe pregunta:
- ¿Y cuál es la de hoy?
- Por mucho y por muy bien que nos acompañemos, hay tramos del camino que uno debe transitar con la sabia soledad
- Jo, tía, sí que vienes profunda, ¿eh?
- Ya te avisé, niño
- Pues no os cuento lo que se me ha pasado a mí por la cabeza al levantarme de la cama - sonríe Raquel. Bea e Iván la miran con curiosidad - En que... Nah, es una tontería - Se da la vuelta para ir a su mesa, mientras Bea protesta:
- ¡Raquel! No te atreverás a dejarnos con la intriga
- Buenos días, chicos. Empezamos la clase - Sonriente, mira a Iván y a su amiga, que le piden que les cuente su primer pensamiento de esa mañana. Pero ella decide preguntarles qué tal el fin de semana y empezar la clase
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