"El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo". La frase le retumbaba en la cabeza y no callaba. La chica resopló, se masajeó las sienes y volvió a resoplar, por si se le pasaba el dolor de cabeza por arte de magia. Haciendo caso a su mala suerte, todo siguió igual, solo que ahora su amiga Elisa la miraba preocupada desde la puerta de la habitación. No hizo falta que preguntara si iba todo bien, ni tampoco hizo falta que le diera una respuesta. Era evidente que no. Eli era consciente de que su amiga no lo estaba pasando bien, pero no sabía qué le ocurría, con lo que no tenía ni idea de cómo ayudarla. Por una vez, Bea fue un poco más allá, le recitó una frase: "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo". Elisa sintió un escalofrío recorrerle la espalda y le preguntó de dónde había sacado esa frase. La respuesta de su amiga hizo que se sentara para no caerse al suelo: "Un sueño". Años atrás, su madre le había dicho una frase que le recordó todo aquello: "Puedes cambiar el mundo, pequeña mariposa, conviértelo en un sueño". En voz alta, dijo:
- Puñetera mariposa
- Puñetera mariposa
Me encanta ♥️♥️♥️♥️♥️
ResponderEliminarJajaj soy ari
ResponderEliminarEstupendo microrrelato!! Escribe más!!
ResponderEliminarMe encanta!! Ganas de leer más microrrelatos! <3
ResponderEliminarme encanta este texto
ResponderEliminarJo q interesant,
ResponderEliminarMe impresiona mucho lo bien q lo haces.
Me encantaaaaaa💜💜💜