Recuerdo que en el momento de grabar esa escena había tenido un mal día. Un día de mierda, de hecho. Y cuando te toca una escena dura y triste en un día duro y triste tienes dos opciones: o te resulta demasiado fácil e incluso te duele grabar o estás tan en lo tuyo que no eres capaz de meterte en el personaje y haces una escena súper dramática que finalmente no vale para nada. Por suerte, en este caso fue la primera opción: me resultó muy sencillo entrar en el sufrimiento de Lucía, que se siente sola y desamparada en este mundo donde nadie la entiende. Lucía es fuerte, pero se vuelve más frágil con esa soledad y piensa que solo tiene a Luis y a Cristina. Luis es su amigo de la infancia, desde hace casi veinte años, y siempre se llevaron bien. Discutían a veces y a los trece años se separaron un poco, pero acabaron quedando a todas horas hasta que se fueron a vivir juntos con Cris, mejor amiga de Lucía. Cris es el otro pilar de la vida de Lu: se conocieron en el insti, cuando ella se había distanciado de Luis, y se hicieron muy amigas. Discutían, sí, pero habían vivido tantas cosas las dos... Así que al final decidieron probar a vivir juntas, y tenían sus roces pero a los tres les iba bien. Ese día, Luis estaba haciendo la compra, creo, y aprovechando que Cristina estaba a su bola Lucía decidió dejar lo que sentía y pensaba grabado. Dejó fluir las palabras y pronto estaba en su mundo, en una espiral de dolor y sufrimiento que se reflejaba en el roto de su voz, en la dureza de sus lágrimas y en la pena que desprendía en cada gesto. De pronto oye un golpe y se asusta, sabiendo que Cris últimamente no está bien del todo. Siente miedo e incluso se olvida de que lleva la grabadora en la mano cuando va a ayudar a su amiga, a quien encuentra tirada en el suelo, muy débil y con los ojos cerrados. Al levantarle la cabeza suavemente los abre y ya sin voz esboza el último te quiero de su mundo, acabando con él de la peor forma posible, la forma más dolorosa: la de no poder decir todo. Lucía se desgarra por dentro y lo expresa en un grito horrible. Ese alarido también lo di yo, en mi más profundo dolor. Estuve muchos minutos después de grabar esa escena llorando
Como cada mañana, abrió el único chat que tenía fijado y escribió con velocidad: "buenos días! :)", guardó el móvil en su bolsillo trasero y fue a desayunar. Se puso el café y le llegó un mensaje, lo que hizo que el corazón de la chica se parara por un momento y comenzara a latir con mucha fuerza al pensar que había sido ese chat de arriba del todo el que había sonado. Sabía que no era así, pero aún le pasaba, no había conseguido acostumbrarse a la ausencia de la antigua dueña de esa conversación. Supuso que era normal, apenas hacía diez días de todo, bastante que iba a volver a clase. Se tomó el café y una tostada a duras penas, desde que su ángel de la guarda se había ido nunca le apetecía comer nada. Le dolía que los buenos días nunca tuvieran un segundo tick indicando que habían llegado a su destinataria. Pero es que en realidad ya no había destinataria. La chica salió del portal y caminó, triste, mientras una canción que no era capaz de escuchar sonaba en sus cascos y ...
Q triste y bonito a la vez.
ResponderEliminarMe encanta❤❤