Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2021

CIRCUNSTANCIAS

Historia a partir de la palabra "apuesta/apostar" - No voy a hacer una apuesta contigo, Yla. Sabes que yo no apuesto, y menos en estas circunstancias - ¿Qué más dará, Adia? Precisamente por las circunstancias - Adia resopla y me tira una bola de nieve casi sin energía. Está agotada, pero sigue manteniendo la sonrisa. Ella es así, siempre lo ha sido, y cuanto peor está más sonríe. Le devuelvo el golpe y me levanto para acercarme a ella - No, no, no. Ylana Sadíez, ni se te pase por la cabeza - No sabe lo que voy a hacer (creo que ni yo misma lo tengo claro), pero no quiere ni levantarse y está en clara desventaja ante mí. Además, desde que nos conocimos quedó claro que siempre voy a ser yo la que se lance a atacar y ella quien se repliegue y piense una estrategia. Bueno, desde que estamos aquí es como si hubiéramos intercambiado papeles y ella suele pensar en un ataque, pero ahora que es un juego... - Adia, si no te quieres levantar tendré que levantarte yo. Porque claro, ahí s...

ABRAZOS

Historia a partir de la palabra "abrazos" Siempre buscabas unos brazos en los que refugiarte. Ella, en concreto, nunca te los ofrecía, pero seguías buscándola. De despedida, la envolvías con tus brazos y ella hacía lo mismo, pero era fugaz. Y tú buscabas un abrazo fuerte y duradero. Que, aunque hubiera terminado, siguiera sintiéndose como el rumor de las olas en la playa. Suave, apenas audible, tranquilizador, pero siempre presente. Siempre contigo. Dijo "odio los abrazos" y, aunque por dentro te partió en dos, bromeaste sobre el tema. Bromear era tu forma de defenderte cuando algo no funcionaba. Corrigió que odiaba los abrazos por un "odio los abrazos fingidos", ante lo que bromeaste y te recompusiste un poquito. Poco, pero fue como cuando te enteras de que algo ha ido bien y tu boca dibuja una pequeña sonrisa que expresa una felicidad incontenible. Seguiste buscándola, buscando un abrazo fuerte y que se quedara contigo. Cuando se marchó, el fin del mundo...

¿CÓMO NARICES TITULO ESTO?

Me siento frente al ordenador, un poco nerviosa. Dudo de lo que pueda salir de aquí, pero la idea que he tenido esta mañana no se me ha ido de la cabeza y tengo que intentarla, así que empiezo a escribir: No sé cuándo vas a leer esto, ni cuándo te lo voy a hacer llegar. Si es que te lo hago llegar, que supongo que lo haré. Esta mañana, pensando en aquellos meses, me he acordado de ti. De que estuviste cuando ninguna de las dos teníamos ni idea de lo que nos iba a hacer esta historia, muy al principio. Porque, bueno, no sé cómo lo ves tú, pero yo creo que nos hizo madurar mucho. Yo me sentía mal y pensaba que no se podía estar peor. Fui comprobando que sí hasta llegar a mi límite, y seguiste ahí. A mi lado, desde el primer momento. Me escribías cada tarde y hablábamos. No sé lo que vas a pensar o a sentir cuando leas esto, pero estoy segura de que vas a saber que eres tú. Igual hasta te aviso antes, soy muy así, de decírtelo después de dudar; pero creo que esta vez no. Que soy una curs...