Me siento frente al ordenador, un poco nerviosa. Dudo de lo que pueda salir de aquí, pero la idea que he tenido esta mañana no se me ha ido de la cabeza y tengo que intentarla, así que empiezo a escribir:
No sé cuándo vas a leer esto, ni cuándo te lo voy a hacer llegar. Si es que te lo hago llegar, que supongo que lo haré.
Esta mañana, pensando en aquellos meses, me he acordado de ti. De que estuviste cuando ninguna de las dos teníamos ni idea de lo que nos iba a hacer esta historia, muy al principio. Porque, bueno, no sé cómo lo ves tú, pero yo creo que nos hizo madurar mucho.
Yo me sentía mal y pensaba que no se podía estar peor. Fui comprobando que sí hasta llegar a mi límite, y seguiste ahí.
A mi lado, desde el primer momento. Me escribías cada tarde y hablábamos.
No sé lo que vas a pensar o a sentir cuando leas esto, pero estoy segura de que vas a saber que eres tú. Igual hasta te aviso antes, soy muy así, de decírtelo después de dudar; pero creo que esta vez no.
Que soy una cursi, me dirías si estuviéramos en persona. Ni a ti ni a mí nos pega esto, pero necesitaba decírtelo. Porque te lo decía estando mal, pero ahora que me veo bien y me cuesta creer que voy a recaer, lo veo con otros ojos. Con ojos de que nunca te voy a poder devolver todo lo que hiciste por mí. Y, qué fuerte, ninguna es capaz de hablarlo en persona y sin embargo creo que es algo que no surge en cada conversación y sin embargo se nota. A veces, muchas, hablando de ciertas cosas, yo lo recuerdo. Y juraría que tú también. Pensamos en ello y nuestras mentes conectan sin que ninguna sea capaz de darse cuenta. Muchos dirán que esto es ficción, si no no estaría aquí, pero no son palabras esculpidas desde la imaginación a través del teclado; sino que son palabras nacidas en bruto desde mi mente que, sin apenas dificultad, se colocan frente a mí sin que yo me dé cuenta. Y lo que empezó por un "¿qué te pasa?" acabó siendo, probablemente, una de las experiencias más importantes de mi vida.
Que no sé si a la hora de reaccionar a esto evitarás tocar límites que nunca has tocado o si me dirás algo siquiera, pero quería que lo supieras. Que tuvieras la certeza absoluta de que sin ti no estaría bien y de que, por mucho que ya ni lo mencionemos, es algo que para mí va a estar ahí siempre.
Ahora tocaría buscarle un final a esto, pero siento que ya lo tengo todo dicho y que quizás lo cierre más de lo que a mí me gustaría. Mejor dejarlo abierto, por si alguna vez decidimos soplarle el polvo y sonreír ante nuestra locura adolescente.
En cuanto termino me siento satisfecha del resultado. Pero justo antes de darle a publicar, me hago una pregunta. "¿Cómo narices titulo esto?
Comentarios
Publicar un comentario