Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2020

POR FIN

Por fin. Lo he conseguido por fin, es que ni me lo creo. Ya puedo estar tranquila, ahora descansaré en paz. Muerta, sí, pero en paz. Después de los insultos y vejaciones de Luis, las palizas de Marco y las mentiras de Carlos ya no podía más, así que fui al río y me tiré. Mala suerte que sobreviví: al pasar por una de las rocas grandes alguien se acababa de tirar y me salvó. Sufrí más, me regañaron duramente e hicieron cosas que no soy capaz de recordar ni siquiera ahora que no estoy en vida, por lo que decidí que lo volvería a intentar, pero de otra forma: cogí un cuchillo de la cocina y me hice unas marcas en las muñecas. Metida en el baño, me sentí desfallecer y me desmayé, pero lo siguiente que recuerdo es el dolor que solo podía producirse por una cosa. Más bien, por una persona: Marco. Mientras estaba inconsciente me pegó, el muy cobarde. A partir de ahí me sometió a su voluntad: tráeme esto, recoge no sé qué, limpia aquello... Cuando tenía que salir llamaba a Luis o a Carlos, y s...

¿QUIÉN?

"Cuando sientas que el mundo se te cae sobre los hombros, que el peso es demasiado y que vas a caer de rodillas yo te dejaré mis manos para sostenerlo, para que puedas descansar, yo lo sujetaré por ti." Así empezaba la carta. Y así terminaba. En aquel misterioso trozo de papel que habían deslizado bajo la puerta solo ponía eso, lo cual no me daba ninguna pista sobre quién podía ser el autor o la autora de ese texto. Me pareció muy bonito, eso sí, pero extraño al mismo tiempo. ¿Quién se iba a tomar la molestia de subir hasta un octavo en un edificio en el centro de la ciudad para deslizar un mensaje así bajo la puerta? Alguien que quería llamar mi atención. Y probablemente alguien que me tuviera cariño, aunque quizá era falso. Repasé mentalmente amores del pasado, sobre todo los del insti, pero no encontré ninguno que fuera capaz de algo así, ni siquiera que supiera dónde vivía, así que descarté los chicos con los que había tenido relaciones amorosas. Me quedaron amigos o amig...

FRAGMENTOS

Hoy he pensado en ti, y lo que quería decirte y que conservaras: cuando te miras al espejo ves las señales que la experiencia ha dejado en ti. Que si sigues mirando profundamente verás ilusión, deseo y ganas de vivir, de dar y recibir. No lo olvides nunca. +Te quiero. -Ah ¿sí? +Sí, con toda mi alma. -Yo también ¿Y sabes a qué más he venido? A decirte que no quiero saber nada de ti. No me llames. No me escribas. No me hables. No me mires. Yo para ti no existo, para ti he muerto. ¿Eso lo entiendes? Me fui, sí, y te dejé sola. Pero para ayudar a otros. A otros que necesitaban mi ayuda más que tú, una niña egoísta que quiere ayuda para fardar. Anda, sal de aquí, que he vuelto a por unas cosas con el deseo de no encontrarnos. Mi amor... Yo te quiero, te quiero con el alma, pero tienes que entender que esto lo hago para que podamos seguir queriéndonos, para que podamos seguir juntos. Nos hemos separado ya dos veces, y te prometo que no voy a permitir que vuelva a pasar. ¿Qué quieres,...

DOS YOS EN UNA

A lo mejor un día te miras al espejo y tienes una peca más. A lo mejor el pelo te ha crecido un milímetro o has pegado el estirón y mides centímetro y medio más. Quién sabe, quizá incluso te notas el cambio, pero nada comparable a lo que sentí yo esa mañana. Pasar de niña a adolescente en una noche no es lo normal, eso seguro, pero yo no hablo de un grano ni nada de eso, no. Por la noche tienes aspecto y te sientes como una niña de diez años y al despertarte han pasado siete años y a tu alrededor todo ha cambiado. En tu mente también hay recuerdos de la adolescencia, de cumpleaños y cosas que te pasaron entre los diez y los diecisiete, pero te has dado cuenta de que hay cosas que no has vivido, que solo recuerdas, y también sabes que en una noche han pasado siete años. ¿Cómo es posible? Al verte al espejo lo primero que piensas es: "Magia". Acto seguido recuerdas esa frase que dijeron en una serie (ya no recuerdas cuál, la viste como con diez años): "Llamamos magia a las...

ADIÓS

- Adiós - Mi prima se marchó, dejándome con el pensamiento de que no aquello no había sido muy original. Despedirse diciendo adiós y nada más es soso, lo habitual, y con lo extravagante que suele ser ella me extrañó que me respondiera con un simple adiós, así que decidí ir tras ella. La llamé cuando la tenía delante, a unos metros y ella se volvió, extrañada de oír mi voz. Me preguntó qué quería. Le di un abrazo. Se puso tensa y de pronto empezó a llorar en mi hombro. Sin que yo dijera nada me explicó que estaba destrozada, que llevaba días aguantando el dolor sola, sin decir nada a nadie, fingiendo estar alegre... Me sonó demasiado familiar. Más de lo que me gustaría, desde luego. La cogí por los hombros y furiosa le expliqué que bienvenida a mi mundo, que así llevaba yo meses y que no lo había notado, que gracias por ser una egocéntrica que solo piensa en sí misma. Me dio otro abrazo y me pidió perdón, deshecha en lágrimas, diciendo que había estado tan centrada en parecer alegre que...

PERSONAJES FAVORITOS DE MIS HISTORIAS ♥

AURORA: generosa y elocuente, muy tímida al principio y muy positiva. Muy expresiva, capaz de saber qué piensa otro con mirarle a los ojos. Estudia tercer año en la RESAD e intenta seguir los pasos de Luz Valdenebro (su actriz favorita), actuando en pequeñas series para ir subiendo de nivel, la admira mucho. Es lesbiana, sale con Sandra. Tiene 20 años, nació en Córdoba, y tiene un fuerte acento andaluz del que está muy orgullosa. Es alta, pelirroja, con el pelo largo y rizado, ojos verdes y muchas pecas por toda la cara. REBECCA: Es desconfiada, pero es normal. Después de todo lo que ha pasado ha aprendido que no se puede esperar nada de nadie, al menos es lo que ella dice, su hermano es el único en quien confía. Tiene un don para escribir increíble, pero hablar sobre sí misma no le gusta ni se le da bien. Es muy generosa, pero aún más reservada. Prefiere escuchar antes que contar, pero hacer antes que decir. Es rubia, con el pelo por la cintura recogido en una trenza y con me...

CRIS

Entre lágrimas pude comenzar a leer la carta que mi novio había dejado sobre la mesa: "Lo siento, Cris. Lo siento de verdad, pero es que no sabía qué más hacer, y créeme si te digo que a mí también me parte el alma haberme ido. Te prometo que intentaré compensarte, aunque todavía no se cómo ni desde dónde. De hecho, no sé qué voy a hacer ahora que ya no estoy contigo. El vacío en el pecho es insoportable, pero ya he vivido muchas veces ocultando mis sentimientos. Por el momento me iré a casa de mi hermana hasta que encuentre un trabajo, después me pagaré mi propio piso. Y te cuento todo esto porque si de verdad escribiera lo que estoy pensando y sintiendo me desharía en lágrimas. Te voy a echar de menos, muchísimo, pero después de no haberte contado que tus padres habían tenido un accidente no me veía capaz de seguir a tu lado como si nada, sonriendo cada mañana. Se me hace un mundo despertarme con la alarma del móvil y no con tus besos, amanecer solo en la cama, desayunar solo o ...

AURORA

Te conocí y me salvaste la vida. Te vi y me perdí en tu mirada. Te oí y me perdí en tus palabras. Te besé y me perdí en tus labios. Te acaricié y me perdí en tu cuerpo. Te abracé y me perdí en tu cuello, en ese perfume que tanto te gustaba. Te encontré y nos quedamos juntas. Te miré y te vi irte. Te eché de menos, lloré por ti. Te busqué, te pedí que volvieras. Volviste. Te vi irte, pero esta vez conmigo, a ser felices. Te encontraron. Luchamos con fuerza. Te fuiste, pero no por voluntad propia. Le conocí. Te encontró, nos volvió a juntar. Luchamos contra el mundo, nos enfrentamos a la sociedad. Conseguimos vencerles. Volvieron a la carga, con más fuerza. Ella nos ayudó, pero volvieron una vez más. Nos derrotaron. Huimos a un país libre, a vivir la vida. Enfermaste, volvimos. Te cuidé. Él, que nos odiaba, nos separó. El amor fue más fuerte y me buscaste, aquella noche de fin de año. Lloraba por ti cuando llegaste, te abracé con todas mis fuerzas, se escurrió tu vida entre mis brazos. M...

TÚ VALES MUCHO, CANDE

Agachando la cabeza digo: - No valgo para mucho... Bueno, ni para poco. No valgo, solo peso y soy pesada. Ella se agacha frente a mí, me coge las manos y me mira, muy seria: - No se te ocurra volver a decir eso, ¿me oyes? No se te ocurra. Tú vales mucho, y eres grande. Muy grande - pronuncia el "muy" fuerte, como con rabia - Tienes mucho talento, princesa, úsalo. Eres especial, única, inteligente, ingeniosa, risueña... La Candela de la que me enamoré era alegre y no se preocupaba mucho por los problemas. Era libre, no se dejaba llevar por el qué dirán ni por los comentarios del resto, vivía como le daba la gana y se mostraba al natural frente a todo el mundo. La Candela que conocí era muy valiente, y aunque tenía sus miedos siempre los enfrentaba, les plantaba cara y les cerraba la puerta en las narices. Mira, todos somos únicos, pero no todos somos especiales. Tú puedes presumir de ser única y especial. Y no eres perfecta, claro que no, tienes tus defectos y tus insegurida...

DAME LA MANO

Dame la mano. Quiero que me des la mano y que me sujetes para que no me caiga, que me enseñes la luz al final del túnel, que le des sentido a mi vida, que me salves de este abismo oscuro en el que estoy a punto de caer. Dame la mano y apriétamela muy fuerte, sácame de aquí, de este pozo al que me estoy cayendo, dame la mano y no se te ocurra soltarla. Sujétala fuerte, apriétala y dime que todo irá bien, abrázame, consuélame. Haz que me apetezca levantarme por las mañanas, rodéame con el brazo para dormir, hazme una caricia y deséame buenas noches. Hazme sentir acogida, protegida, a gusto. Demuéstrame que puedo confiar en ti, escucha mis problemas, dame consejos, ayúdame a que todo salga bien. Ven a mi lado, junto a mí, déjame acurrucarme en tus piernas a llorar, a deshacer el nudo que llevo dentro, a desahogarme. Déjame descansar en tus brazos, en tus piernas, en ti, dormir tranquila, con la seguridad de que a tu lado voy a estar bien y no me va a pasar nada. Déjame poner la cabeza en ...

LUCHA

Lucha. Lucha hasta el final, con uñas y dientes, como si no hubiera un mañana. Lucha por lo que quieres, por lo que viviste y también por lo que vivirás. Lucha por un buen futuro, por conservar el pasado, por las personas a las que quieres, por las que te quieren, por las que quisiste y ya no están, por las que te quisieron. Lucha porque las cosas no llegan, las cosas se encuentran. Lucha para conseguir tus metas, lucha por amor, por alegría, por valor, por ilusión, por cualquier cosa que un día te diera las ganas de levantarte a vivir la vida cada día. Lucha por tener alas, por dejar volar la mente y la imaginación, por tu libertad y la de tu gente, por un mundo más justo, por igualdad. Lucha por las cosas que merezcan la pena, y valora las que parezcan una tontería. Lucha, pero también descansa después de una batalla. La vida es una guerra, y mientras estemos aquí tenemos que luchar por ganar las peleas. Tenemos que luchar por los que no pueden, por los que se fueron, por los que no ...

OLIVIA

¿Y alguna vez te paraste a pensar el daño que harías? ¿El mal que podías ocasionar, la herida sin curación que dejarías? Yo sé que no, claro que no,  ahora ya nunca te paras a pensar en nada que no seas tú, y eso duele. Duele porque no puedes haber dejado atrás de golpe todos los momentos bonitos, pero también los que no lo son tanto. Los momentos que tuvimos la ocasión de vivir juntas y que conformaron nuestra infancia y nuestra adolescencia. Como el día que te escapaste del cole para que nos viéramos porque yo estaba enferma y cuando el profesor se enteró te echo de la escuela unos días, y a tus quince años viniste una semana a casa durante el horario escolar, lo bien que nos lo pasamos. O el día que nos escondimos en el despacho a oscuras y nos descubrieron porque se me veían las piernas a pesar de la luz apagada. ¿Cómo puedes haberlo olvidado, Olivia? ¿Cómo puedes haber cambiado tanto de pronto? Tú misma me enseñaste que las personas cambian, pero no de la noche a la mañana. Tú...

SECRETOS

Secretos. Montones de secretos me rondan en la cabeza y me torturan cada noche, cada mañana, cada momento, cada día. Rondan maliciosamente entre mis pensamientos, saliendo a flote de vez en cuando para obligarme a interrumpir lo que estaba haciendo, darles alguna vuelta, hundirlos y continuar mi labor, pero algo más agitada. Cada noche me acuesto pensando en mis secretos, dándoles vueltas, intentando buscarles solución, frustrándome porque no se la encuentro, dándome cuenta de que necesitaré ayuda si quiero acabar con ellos e impacientándome porque una vez más tendré que esperar. Y cada vez que uno de ellos llega desde lo más profundo de mi mente me enfado y me apeno. Me enfado porque no me dejan tener una vida tranquila y me apeno porque mis secretos no son para menos, son tristes y agobiantes, pero el hecho de tener que esperar para que me dejen en paz es lo peor de todo: no poder contar nada a nadie, hacer que la gente lo sepa solo en mis fantasías, imaginar que tengo lo que nunca t...

LUZ

Luz. Ese era su nombre y también la palabra que expresa lo que era para mí: una luz en la oscuridad, un punto en el que fijarme en el túnel, alguien en quien confiar. Crecimos en casas distintas, pero como hermanas: nuestras casas tenían una pared común con una puerta, por la que nos escapábamos cada dos por tres para vernos, contarnos las novedades del día... En fin, lo que hacen dos niñas en esa edad. Al vivir tan lejos de la ciudad, nuestros padres se pusieron de acuerdo y nos daban clase a las dos juntas en casa. Nos lo pasábamos genial: haciendo planes para el futuro, comiendo juntas, hablando todo el día, inventando historias, hablando con la gente, haciendo alguna travesura... Ambas habíamos nacido en el campo y allí nos habían criado, a las dos, siempre juntas, desde bebés. Por entonces Luz tenía, como yo, ocho años, y todo empezó a torcerse: su padre falleció, dejándola sola con su madre y una fortuna que ninguna de las dos sabía gestionar. A mí se me daban bastante bien las c...